Siempre admiré a mi padre, por la forma que trabajaba en las tierras de cultivo que teniamos en los valles de la serrania.-Admiraba todo trabajo que el hacia. Estando en los Estados Unidos de North America, hice todo lo posible para obtener mi residencia y después de adquirirla, decidí traer a mis padres para tenerlos a mi lado.
Cuando llegaron a New York fueron a vivir a casa de mi hermana Judith. Despues de un mes, mi padre me dijo un dia; - Eduardito, yo soy feliz en este país y quisiera aportar a nuestra economía trabajando. Era el año 1960. - Papá, voy a ver que puedo hacer, ya tienes 60 años y quizás se me haga difícil conseguirte un trabajo -.
Lea el resto del cuento aqui, en este enlace;
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